Carlos Menem, el candidato triunfante por mayoría
relativa en la primera vuelta, no se presentó a la segunda vuelta al conocer los resultados de las encuestas que señalaban un porcentaje de sufragios en su contra del orden del 70% y por lo tanto resultó elegido el presidente
Néstor Kirchner, quien asumió su mandato el
25 de mayo de
2003, hasta el 10 de diciembre de
2007.
Kirchner asumió confirmando al ministro de economía de Duhalde,
Roberto Lavagna, y su política económica siguió los mismos lineamientos que la de su antecesor, manteniendo la devaluación de la moneda mediante una fuerte participación del
Banco Central en la compra de divisas, impulsando mediante las exportaciones un crecimiento económico con tasas del PBI cercanas al 10%. Por otro lado logró sacar al país de la cesación de pagos, canjeando deuda por nuevos bonos indexados por la inflación y el índice de crecimiento económico. Los índices de pobreza y de desempleo disminuyeron notoriamente.
Durante el gobierno de Kirchner, Argentina y el
Fondo Monetario Internacional han mantenido una relación tirante.Una de las principales medidas de su gestión fue cancelar por anticipado la totalidad de la deuda con este organismo internacional por un monto de 9.810 millones de dólares, con el objetivo declarado de terminar con la sujeción de la política económica aa las indicaciones del FMI. Durante el año
2005, se realizó el
canje de la deuda, que iniciaba las renegociaciones por los bonos que habían quedado en default desde
2001.
Los críticos a la política económica del gobierno argumentan que el alto crecimiento económico se debe más a una tendencia mundial que a particularidades argentinas: en especial, al elevado precio internacional de los granos y cereales. Sostienen que la recuperación económica también tiene por causa la depresión de los salarios, y que el canje de la deuda externa sólo significa una nueva deuda que crece indefinidamente. Los defensores de los logros de la política económica sostienen que la mayoría de los demás países de la región han tenido un desempeño económico-social más acotado que el argentino, debido precisamente a la política económica adoptada.
Desde los sectores de derecha o liberales se han criticado estas políticas como contrarias a la
reconciliación nacional. Desde la izquierda, en cambio, se le critican gestos contrarios a los Derechos Humanos, como las represiones a algunas manifestaciones en la Patagonia y el envío de tropas argentinas a
Haití en el marco de la
MINUSTAH de las
Naciones Unidas.
A nivel internacional, Kirchner formó parte de un grupo de mandatarios de varios países latinoamericanos, junto con
Lula (Brasil),
Tabaré Vázquez (Uruguay),
Evo Morales (Bolivia),
Michelle Bachelet (Chile),
Rafael Correa (Ecuador) y
Hugo Chávez (Venezuela), de tendencias no-liberales. Uno de los momentos más destacados de la política internacional, fue la IV
Cumbre de las Américas de 2005, realizada en Mar del Plata, en la que el gobierno de Kirchner impulsó exitosamente, junto a otros gobiernos latinoamericanos, la oposición a la firma del
Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsado por Estados Unidos, estableciéndose una nueva política continental con eje en la creación de
empleo decente.
En sentido coincidente, Argentina apoyó la decisión de formar la
Unión de Naciones Sudamericanas(Unasur), cuya constitución se concretó en 2008.
Conflictos
En las elecciones de
2005 (gobernadores y legisladores nacionales) se produjo una ruptura entre el kirchnerismo y el duhaldismo, que llevó a la exclusión de éste último del
Frente para la Victoria y al enfrentamiento electoral entre ambos sectores. La confrontación fue especialmente destacada respecto al cargo de senador nacional por la Provincia de Buenos Aires. En esa oportunidad el FPV llevó como candidata a
Cristina Fernández de Kirchner, mientras que el duhaldismo con el
Partido Justicialista presentó a
Chiche Duhalde, resultando ganadora la primera.
Tras las
elecciones legislativas de octubre de 2005, Kirchner ha obtenido una mayoría a nivel nacional y ha logrado desplazar a Duhalde del control del aparato político del conurbano bonaerense. Esto se ha reflejado en importantes cambios en el gabinete — fundamentalmente la sustitución de
Roberto Lavagna por
Felisa Miceli en el ministerio de economía.
No obstante el control del Congreso, Kirchner continuó preferiendo, en reiteradas ocasiones, hacer uso de
decretos de necesidad y urgenciaen lugar de seguir los trámites ordinarios previstos para la sanción de leyes. Desde su asunción y hasta mayo de 2006, fueron sancionados 201 decretos de necesidad y urgencia; unos 67 decretos por año de promedio, frecuentemente comparados con los 55 por año de Carlos Menem.
Durante los dos últimos años de su mandato se aplicaron crecientes restricciones a las exportaciones de
carne y controles de precios, con el fin de controlar la inflación y el aumento del precio de los alimentos.
En
abril de 2007 se produjo se descubrió una
serie de maniobras delictivas realizadas por la
empresa multinacional Skanska, de origen
sueco; algunos políticos de la oposición sostuvieron que algunos funcionarios del gobierno habían cometido ilícitos relacionados con el caso, algo que el Ministro del Interior negó. A mediados de ese mismo año, la ministra de economía
Felisa Miceli se vio envuelta en un escándalo, debido al hallazgo casual de una bolsa con gran cantidad de dinero en el baño de su despacho, que llevó a su renuncia y abrió una investigación penal en el curso de la cual fue procesada por encubrimiento y destrucción de intrumento público.
Durante el año 2007 se produjeron varias crisis, en particular enfrentamientos con los representantes de los productores rurales por las retenciones y serios cuestionamientos a la probable manipulación de datos estadísticos a través del
Indec.
No obstante las dificultades en que transcurrió el último año de su mandato, y a pesar de los pronósticos negativos causados por ciertas derrotas de sus aliados, el apoyo popular a su gestión se vio incrementado, y el
Frente para la Victoria volvió a ganar en las elecciones presidenciales de 2007, duplicando los votos obtenidos en 2003.
Acuerdo con Brasil
Durante la etapa de transición, el todavía presidente Kirchner viajó a
Brasil, en donde se reunió con el presidente
Luiz Inácio Lula da Silva y acordaron realizar dos reuniones bilaterales al año, con el objetivo de mejorar la relación entre los países y el funcionamiento del
Mercosur. En dicha reunión se planificó la construcción de aviones de carga, la coordinación del traspaso del control del espacio aéreo a organismos civiles, y la posibilidad de dejar de emplear el
dólar como moneda en los intercambios monetarios entre ambos países.